El origen de este ilustre apellido, por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las celebraciones de 1221 con motivo de la colocación de la primera piedra de la Catedral de Burgos.
En plata, tres rosas de gules, bien ordenadas.
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