El origen de este ilustre apellido, por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las tropas que entraron en Constantinopla y conservaron el trono del Imperio de Bizancio a Constantino XII Dragases y defendieron la ciudad hasta el desgraciado día del 29 de Mayo de 1.453, fecha en que asaltó Mohamed II la capital de Oriente. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la batalla de los Castillejos acompañando al General Prim en las tropas de asalto. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Babagay.
En plata un león de sable, linguado y uñado de gules.
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