Apellido, poco frecuente y registrado sobre todo en Baleares, siendo notable su presencia en Barcelona, Alicante y Valencia, y menor en Tarragona, Lérida, Gerona, Madrid, La Rioja, León, Granada, etc. Procede de lugares llamados Artigues, frecuentes en Catalunya y el Languedoc, cuyo nombre deriva de la voz –artiga-, “tierra roturada para ser sembrada”, común al aragonés, catalán y occitano.
Familias Artigues pasaron a la repoblación del antiguo Reino de Valencia, levantando casa en Sueca (1399). En Catalunya, según el “Fogatge” del año 1358, había una casa de Artigues en St. Cebriá de Lledó (Girona). Un siglo más tarde, según consta en el “Fogatge” del año 1497, había casas en la ciudad de Barcelona, Sta. María de Camós (Gerona), La Vall d´Aros (Gerona), Perpiñán, etc. En Mallorca tuvieron casa solar en Felanitx, pasando a Palma a mediados del XVIII. De Mallorca fueron Jaime Artigues, Gran Canciller por el estamento de ciudadanos, en 1479; Antonio Artigues, quien en 1563 desempeñó el mismo cargo; el Doctor Salvador Artigues, que fue uno de los Letrados más sabios de su tiempo, Catedrático de Leyes en Palma y Canónigo de aquella catedral.
El Doctor Juan Antonio Artigues y Suan, que fue Catedrático de Palma, Gobernador interino de Ibiza y Oidor de la Real Audiencia de Mallorca. En Catalunya, Joan Artigues, “mestre d´obres”, dirigió las obras del castillo de Perpiñán, en 1450. Armas.- Unos Artigues: De oro, con tres matas de ortiga de sinople, sobre una terraza del mismo color.
|