Apellido de origen vasco, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Sevilla, Cádiz, Madrid y Barcelona, siendo notable su presencia en Jaén, Málaga y Granada, y menor en Córdoba, Castellón, Huelva, La Coruña, Baleares, Alicante, etc. Procede de la voz vasca –arriaza-, cuyo significado es, según indica el tratadista vasco Endika de Mogrobejo, el de “lugar con muchas piedras”, “pedregal”. El mismo Mogrobejo, en su obra “Blasones y Linajes de Euskalerria”, escribe que, según el antiguo cronista Baños de Velasco, tuvieron los Arriaza su primitivo solar en Álava, pasando algunas de las familias así apellidadas a Cuba, Madrid y Andalucía, principalmente, donde levantaron nuevas casas.
En Madrid nació Juan Bautista de Arriaza Superviela, que se cruzó Caballero de la Militar Orden de Carlos III, en 1814. Ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalguía los hermanos Andrés, Blas y Martín de Arriaza, vecinos de Valdetorres, en 1574, así como Pedro Sanz de Arriaza, vecino de Córdoba, en 1693. Francisco de Arriaza y Medina, nacido en 1669, fue segundo sustituidor del Fiscal General de Castilla, en 1713. Florencio de Arriaza y Salazar, natural de Cádiz, hijo de Pedro de Arriaza, Teniente de Navío, ingresó en la Real Compañía de Guardias Marinas en 1727, y Juan de Arriaza y Superviela, nacido en Madrid en 1770, lo hizo en 1778.
Armas.- De plata, con un roble, de sinople, sobre ondas de agua de azur y plata, y un lobo, de sable, empinado al tronco.
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