Muy antiguo apellido navarro de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por toda España, procedente del topónimo Arellano, nombre de una población en Navarra, cuyo étimo, según el filólogo Emilio Nieto, sería el nombre personal latino Aurelianus. Sin embargo, para los filólogos vascos, procede de la voz euskera arellano, con el significado de “lugar de robles”, según señala Endika de Mogrobejo.
Los primeros Arellano procedían de la Casa Real de Navarra, siendo su tronco Sancho Ramírez, Señor de Peñacerrada, hermano entero de don García Ramírez, el Restaurador, Rey de Navarra; su descendiente, Sancho Sánchez, fundador del linaje, fue primer Señor de la villa de Arellano, donde fundó nueva casa solariega y tomó el nombre de la villa por apellido De aquí sus ramas se establecieron por Castilla, La Rioja, Canarias y México. Los Reyes Católicos concedieron, hacia 1475, el título de Conde de Aguilar de Hinestrillas a don Alonso Ramírez de Arellano, sexto Señor de Cameros. Caballeros de este linaje probaron su nobleza en distintas épocas en las antiguas Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Carlos III, ante el Real Tribunal de Navarra, para ingresar en la Real Compañía de Guardias Marinas, así como ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada.
Armas.- Trajeron los de este apellido, entre otras: Partido: 1º., de gules, con una flor de lis de oro, y 2º., de plata, con una flor de lis de gules.
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