Apellido de origen toponímico, poco frecuente y disperso por España, si bien se registra sobre todo en la provincia de Badajoz, siendo notable su presencia en Madrid, Cádiz, Barcelona, Málaga y Sevilla, y menor en Vizcaya, Cáceres, Granada, Tarragona, Baleares, Ciudad Real, Las Palmas de Gran Canaria, etc.
El filólogo Gutierre Tibón, en su “Diccionario etimológico comparado de apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos”, escribe que este apellido tuvo su origen en la región del río Ardila, que nace en la provincia de Badajoz y desagua en el Guadiana. Una antigua y noble casa de este apellido hubo en la villa de Zafra (Badajoz), de la que descendió Juan Bichaco Ardila, natural de Zafra y vecino de Villalba, hijo de Francisco de Ardila Bichaco, natural de Zafra, quien vio reconocida su hidalguía, en el año 1543, por la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada. Por otra parte, Francisco del Castillo Ardila fue Justicia de Santafé, según leemos en el tomo II, página 199 del “Inventario de la Sección de Hidalguía” de la citada Real Chancillería de Granada.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan los expedientes de los oficiales: Bernardo Ardila Ardila, Infantería, 1866; Agapito Ardila Fernández, Infantería, 1848, y José Ardila Vinués, Infantería, 1896. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, página 159, de don Vicente de Cadenas y Vicent, Cronista Rey de Armas, recoge para Ardila: En campo de plata, dos racimos, de gules.
|