Antiguo apellido de origen navarro, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Jaén, Granada y Barcelona, siendo notable su presencia en Madrid, Almería, Navarra y Alicante, y menor en Córdoba, Sevilla, Gerona, La Rioja, Vizcaya, Navarra, Álava, Guipúzcoa, Zaragoza, Valencia, etc. El filólogo Gutierre Tibón escribe que este apellido deriva de la voz euskera –ametz-, “quejigo”, “quejigal”.
De hecho, Amezcua se presenta como una variante de escritura de Amescua, apellido al que ya hace mención Argote de Molina en su obra “Nobleza de Andalucía”, señalando que fue uno de los linajes que pasó a la conquista de Andalucía, siendo señores de la Dehesa, con enterramiento en la capilla mayor de la catedral de Baeza. Añade Argote que en el año 1437 el consejo de Baeza (Jaén) hizo gracia a Sancho Díaz de Amescua de “ayuda de costa, atento que era hijodalgo y natural della, y de buen linaje viejo y noble. Su solar es en el reyno de Navarra, la casa de Amescua, que le dio apellido, de la cual fue Garci Ximénez, cavallero de los más principales de las montañas de Navarra, señor de Amescua y Abarzuza…”.
El capitán Diego de Amescua pasó a Italia con Alonso de Carvajal, señor de Jódar, y fue Gobernador de Cápua. Diego de Amezcua pasó a Perú, en 1555, con el Marqués de Cañete. Celedonio Amezcua Rivas, natural de Logroño, probó su nobleza para ejercer el cargo de Nuncio ante el Santo Oficio de la Inquisición, en 1709. Armas.- En campo de azur, tres flores de lis, de oro, en palo.
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