Antiguo apellido de origen castellano, bastante frecuente y repartido por toda España, procedente, del muy antiguo nombre de pila Álvaro, derivado del nombre visigodo Alwars, que significa “defensa” “protección”: “prevenido, protegido”. Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí, siendo las primitivas y tronco de las demás aquellas que se originaron en los reinos cristianos del norte de España. En el antiguo reino de Valencia, por ejemplo, se les documenta ya en el siglo XIV (probablemente procedentes de Aragón), con casas en Ares d´Alpont (1396) y Xátiva (1421).
Otras antiguas familias Álvaro se documentan en Torralba (Zaragoza), en 1580, y en Junguitu y Antezana de la Ribera (Álava), en 1535. Juan Álvaro, vecino de Calatayud (Zaragoza), probó su nobleza, en 1681, ante la Real Audiencia de Aragón. Juan de Álvaro, natural de Archilla (Guadalajara), probó su nobleza para ejercer el cargo de Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, en Toledo, en 1629. Fco. y Josefa Álvaro Monroy, vecinos de Toro (Zamora), probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid, en 1721. Manuel Álvaro Díaz lo hizo, en 1794, ante la Real Audiencia de Oviedo.
Armas.- Unos Álvaro: En oro, una mano con la muñeca, moviente del flanco siniestro, que sostiene una bandera de gules, con el asta de sable. En jefe, flor de lis de azur, y otra del mismo color en punta.
|