Apellido de origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en Vizcaya, siendo notable su presencia en Navarra y menor en Guipúzcoa, Barcelona, Castellón, Baleares, Burgos, León, Asturias, Zamora, Sevilla, Madrid, Málaga, etc. Aunque son varios los lugares llamados Altamira en España, se tiene, en general, como origen del apellido el barrio de Altamira (cuyo nombre tomó), de la anteiglesia de Busturia (Vizcaya), donde tuvo su casa torre, reedificada en el s. X por Manso López, Señor de Vizcaya, y que de allí sus ramas pasaron a Arrieta, Abadiano, Galdames, Bedarona y Villaro (todo en el Señorío de Vizcaya).
Pasó el linaje a Guipúzcoa, fundando casas en Zarimuz (Escoriaza); otra en la jurisdicción de Fuenterrabía y otra en el valle de Oyarzun. Juan de Altamira, de Mondragón (Guipúzcoa) militó con los gamboínos en el ataque de su pueblo, en 1448. Sebastián de Altamira y hermanos probaron su hidalguía en Oyarzun, en 1668, y Miguel de Altamira y Salberridi, vecino de Asteasu y originario de Aya, lo hizo en 1643. Francisco de Altamira, vecino de Hoyales de Roa (Burgos), obtuvo Real provisión de hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid, en 1756, como originario de Vizcaya. José de Altamira y Angulo, natural de Valmaseda y vecino de Valladolid, vio reconocida su hidalguía por el Juez Mayor de Vizcaya, en 1667.
Armas.- Unos Altamira: En oro, una torre almenada de piedras, acostada de cuatro calderas de sable, dos a cada lado. Bordura de gules, con ocho veneras de oro.
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