Antiguo apellido de origen toponímico, con antiguas casas solares en distintas regiones de España, no emparentadas entre sí. Procede del topónimo Algar, nombre de poblaciones en las provincias de Alicante, Cádiz, Córdoba, Lugo, Guadalajara, Valencia, Mallorca y Murcia, cuyo étimo es el árabe al-gâr, “la cueva”. Hoy día es apellido poco frecuente y registrado sobre todo en Andalucía, con sus principales asientos en las provincias de Barcelona, Comunidad de Madrid y Córdoba, y menores en las de Jaén, Granada, Málaga, Sevilla, Murcia, Guadalajara, Vizcaya, Tarragona, Girona, Valencia, Alicante, etc. Una antigua familia Algar tuvo casa solar en el lugar de Tor (Girona), documentada en el censo catalán de 1553.
Probaron su nobleza para ejercer cargos ante el Santo Oficio de la Inquisición, entre otros: Andrés Martín de Algar, de Lucena (Córdoba), cura de la iglesia de Lucena, Colegial teólogo y presidente en el de Cabra, para Calificador, en 1734, y Francisco de Algar y Cabello, de Lucena, Colegial teólogo del Real de la Purísima Concepción de Cabra, para Notario, en 1793. Ramón Algar y Aliaga, de Cartagena (Murcia), descendiente de unos Algar valencianos, ingresó, después de probar su nobleza, en la Real Compañía de Guardias Marinas, en 1822. Armas.- El Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, recoge para Algar: En plata, dos leones, de gules, puestos en faja.
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