Apellido de origen vasco, relativamente frecuente y repartido por España, con su principal asiento en Guipúzcoa y muy notable presencia en Vizcaya; notables asientos hallamos en Madrid, Navarra, Álava, Cantabria, Barcelona, Asturias, Sevilla, etc. Deriva de la voz –alberdi, alberde-, “cantera”, “lugar de pizarra”, “bajo multitud de alisos hermosos”, “aldeas”, según Mogrobejo, quien añade que tuvo este linaje su primitiva casa solar en el barrio de Illar, aldea de la Universidad de Beizama (Azpeitia), documentada en 1597, año en que Pedro de Alberdi pasó a residir a Azpeitia, habitando en la casería Aldatzarren, con descendientes que pasaron a Abadiano e Iurreta (Vizcaya), donde obtuvieron ante las Juntas Generales filiación de hidalguía y limpieza de sangre, habiendo obtenido Sello Mayor en Bilbao, en 1817, a favor de Ignacio y Sebastián de Alberdi.
Ante la Justicia ordinaria del valle de Aramaiona probó su hidalguía Pedro Tiburcio de Alberdi, en 1815, siendo vecino de Zaragoza. Ante la Real Chancillería de Valladolid vieron reconocida su hidalguía: Vicente de Alberdi, vecino de San Roque de Riomiera (Cantabria), en 1798, y Fco. Javier y Miguel Higinio de Alberdi Anduriza, vecinos de la misma, en 1817. Otras ramas de este linaje se establecieron en otros lugares de Euskalerria, Zaragoza, Cantabria e Hispanoamérica.
Armas.- En azur, cuatro trozos de cadena, de oro, saliendo de los ángulos del escudo y formando un aspa, en cuyo centro hay una esmeralda de sinople, engarzada de oro.
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