Apellido poco frecuente que se registra sobre todo en la provincia de Alicante, en la que vive la mayor parte de las familias así apellidadas, siendo notable su presencia en Barcelona, Gerona y Murcia, y menor en Valencia, Madrid, Lérida, Castellón, etc. Tuvo su origen en el gentilicio –alavés-, nombre dado al que es natural u originario de la provincia vasca de Álava.
El topónimo Álava (Araba en euskera), según Endika de Mogrobejo, significa “bajo los valles”, “el llano, llanura, campo”, “pastizal”, “helechal”. El apellido Alavés (también Alabés y Alabez) se originó, por tanto, a partir del apodo o sobrenombre –alavés-, aplicado a individuos que eran originarios de tierras alavesas, convirtiéndose, por el uso y la costumbre, en apellido de familia. Mogrobejo indica que ya en el año 1353, en el rol de oñacinos y gamboínos, figuraron Pedro Pérez Alavés y su hijo Pedro Alavés, que suscribieron las treguas de Avendaño, en Bilbao, en dicho año. Pasó el apellido al Reino de Aragón, donde se documenta en el censo del año 1495 con las formas de escritura Alavés y Alabés. Así, como Alavés, se citan casas en dicho año en Corbalán, San Agustín y Tortajada (merindad de Montalbán), y en Tierga (merindad de Calatayud).
Como Alabés se citan casas en Zaragoza, Mora de Rubielos (merindad de Teruel y Albarracín) y Teruel. Ante la Real Audiencia de Aragón probaron su infanzonía, en 1766, los Alavés de la casa sita en Villamayor (Zaragoza). Armas.- En campo de plata, tres lobos, de sable, puestos en palo.
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