Apellido gallego de origen toponímico, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra, sobre todo, en la provincia de A Coruña, siendo notable su presencia en la de Pontevedra, y menor en Almería, Cádiz, Girona, Vizcaya, Las Palmas de G.C., Lugo, León, Barcelona, etc. También escrito como Agrafoxo o Agrafogo, tuvo su origen en la aldea llamada Agrafojo (Agrafoxo), perteneciente a la parroquia de Sta. María de Urbilde, en el Concello de Rois (A Coruña), cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar el origen geográfico de los individuos.

El topónimo Agrafojo es el resultado de aglutinar las voces gallegas –agra-, “campo” y –foxo-, “foso, agujero pequeño”. En el Archivo del Reino de Galicia se encuentran algunos documentos en los que se hace mención a familias Agrafojo. Así, en uno fechado en el año 1703, puede leerse: “Los vecinos del lugar de Agrelo, feligresía de Roo, y Juan de Agrafojo con Alberto Agrafojo. Auto ordinario sobre aprovechamiento del agua del lugar de Paradela”. Y en otro del año 1727: “Valentín Agrafojo, con Bernardo Agrafojo. Auto ordinario por la cuarta parte de la Chousa da Barrosa”. Antonio Agrafojo fue bautizado, en 1825, en San Félix Brión (A Coruña, y casó en dicha población, en 1850, con Manuela Cecia Pandelo.

Armas.- Al no tenerlas históricas, proponemos el siguiente “Escudo parlante”: De azur, sembrado de veneras de plata; en jefe, una villa de oro.