Apellido castellano repartido por España (también escrito Ajenjo), con sus principales asientos (como Agenjo) en Madrid, Toledo, Barcelona, Córdoba, Badajoz, Ciudad Real, Sevilla, Jaén y Cantabria. Procede de apodos relacionados con el sustantivo castellano –ajenjo-, nombre de una planta medicinal amarga y aromática, aplicados a individuos que la cultivaban, que la usaban en medicina, o por cualquier otra circunstancia con ella relacionada.
Mogrobejo, en su “Diccionario Hispanoamericano de Heráldica”, recoge ambas formas de escritura de este apellido, y nos dice que en 1614 Juan Ajenjo era “encuadernador y alquilador de mulas” en la ciudad de Valladolid, y que probaron su nobleza para ejercer cargos ante el Santo Oficio de la Inquisición de Toledo: Fco. de Agenjo, natural de Tielmes (Madrid), y su mujer María González, natural de Valdilecha (Madrid), vecinos de Tielmes, para Familiar, en 1612. La misma probanza de nobleza hizo Juana de Agenjo, natural de Tielmes, y su marido Juan Cerrudo, natural y vecino de Perales, para Familiar, en 1601. En Medina del Campo (Valladolid) fue bautizada, en 1594, Catalina Agenjo, hija de Domingo y de María.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan los expedientes de los oficiales: José Agenjo, Caballería, 1811; Juan Agenjo Cruz, Infantería, 1860; Cecilio Agenjo Díaz, Infantería, 1859, y Faustino Agenjo, Alabardero, 1884. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Agenjo: En oro, cinco lagartos, de sinople, puestos en faja.
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