Apellido poco frecuente, asentado principalmente en Baleares, siendo menor su presencia en Sevilla, Cádiz, Madrid, Tarragona, etc. Según Moll, Abrines es una forma femenina y plural del también apellido Abrí, de Eburin, derivado de Ebur, “señor”. Según J. M. Bover, pasaron casas de Abrines a Mallorca en época de la conquista de Jaime I de Aragón, en el año 1229. Arnaldo Abrines quedó heredado en el repartimiento general de las tierras con doce jugadas de la alquería Escorça, hoy villa de este mismo nombre; de las cuales recobró el rey cuatro, y las restantes las cedió Abrines a Martín Sauriz.
En 1256, ya estaba avecindado Guillermo Abrines en Mallorca, y fue electo jurado de esta ciudad y reino por el estamento de ciudadanos. Juan Abrines, en 1343, prestó juramento y homenaje al rey D. Pedro, como diputado por la villa de Petra. Pedro Abrines era, en 1486, jurado de la villa de Felanitx. Por otra parte, Juan Abrines, en 1507, era conseller de este reino. El Dr. D. Juan Salvador Abrines fue gran teólogo, hombre de mucho saber y de una vida ejemplar, canónigo de la Catedral de Palma de Mallorca, inquisidor de este reino, confesor de la Beata Catalina Tomás, fallecido en el año 1594. En Menorca, descendieron de otras familias Abrines: Agnès Abrines, que casó con Pere Ponsetí en 1649, en Mahón; Joana Abrines, que casó con Llorenç Vilallonga en 1599, en Alaior, etc.
Armas.- Los Abrines portaron: En plata, un árbol sin hojas, de su color natural, arrancado y con cinco ramas.
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