Antiguo apellido aragonés de origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en la provincia de Zaragoza, siendo notable su presencia en las de Barcelona, Huesca y Comunidad de Madrid, y menor en Baleares, Vizcaya, Gerona, Lérida, Tarragona, Teruel y Valencia, entre otras. Procede de algún antiguo lugar llamado Abós, fundado por vascones, pues el nombre deriva de la voz euskera –abos-, “lugar de arándanos”, “henar”.
Tuvieron los Abós antigua casa solar en las Montañas de Jaca, en el valle de Tena, en los lugares de Sagüés y Tramacastilla, de donde pasaron a otras poblaciones aragonesas y a otras regiones. Jorge de Abós de Vergara, vecino de Toro (Zamora), probó su nobleza, en 1556, ante la Real Chancillería de Valladolid, y Pedro de Abós lo hizo en 1708. Vieron reconocida su Infanzonía por la Real Audiencia de Aragón: Antonio de Abós, natural de Zaragoza, en 1700; Antonio de Abós, natural de Zuera (Zaragoza), en 1771, y José Abós, natural de Zaragoza, en 1796. Martín Abós, natural de Castilsabás (Huesca), fue caballero, infanzón e hijodalgo en las Cortes de Aragón de 1626. Jorge Abós Enríquez, natural de Martos (Jaén), ingresó en la Militar Orden de San Juan de Jerusalén, en 1649. Martín Panzano y Abós, nacido en Ibiesca (Huesca), en 1724, fue Deán de la Catedral de Huesca y Caballero de la Militar Orden de Carlos III (1773). Armas.- Fueron las primitivas: En campo de azur, cinco flores de lis, de oro, puestas en sotuer. Bordura de gules, con ocho sotueres de oro.
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