Apellido muy poco frecuente y asentado, principalmente, en Málaga, siendo menor su presencia en Barcelona, Valencia, Murcia, Granada, Sevilla, Cádiz, Las Palmas, etc. Según Tibón, Abolafio es un apellido de origen sefardí (nombre que se da a los judíos oriundos de España, o de los que, sin proceder de España, aceptan las prácticas especiales religiosas que en el rezo mantienen los judíos españoles), variante a su vez del también apellido Abolafia, sobrenombre hebreo bastante común en la España de la Edad Media, -abul‘afiya-, “productor y vendedor de medicamentos”, -abu-, “padre (de)”, y -afiya-, “salud”, “padre de la tranquilidad”. Hubo casas de Abolafia en el municipio granadino de Loja, desde al menos el año 1570.

Todros Abulafia fue un conocido poeta toledano del siglo XIII-XIV. Por otra parte, probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada, Diego y Juan Abolafia y Palomares, vecinos de Loja (Granada), en 1809. Ya como Abolafio, descendieron de familias de este apellido: Miguel de Abolafio, que casó con Leonor Rodríguez en 1610, en Granada; María Abolafio González, nacida en 1845, que casó con José Fuentes Postigo en 1867, en Macharaviaya (Málaga); tuvo por hijo a Antonio Fuentes Abolafio, que nació en 1868, en Macharaviaya (Málaga), etc. En el “Archivo General Militar de Segovia” se guarda el expediente del oficial José Abolafio Correa, Infantería, 1893. Armas.-

El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Abolafio: En plata, tres fajas de sinople.