Abel es un nombre propio masculino de origen semítico. Puede derivar del hebreo o del asirio, con los significados de aliento o hijo, respectivamente. En árabe es هابيل, Hābīl)
Según la Biblia, Abel fue el segundo hijo de Adán y Eva. El relato agrega que asesinado por su hermano mayor Caín, envidioso de la preferencia divina hacia las ofrendas de Abel. A partir de dicha historia, el nombre se asocia con la rectitud, la inocencia y el favor de Dios. Dada su presencia en los textos sagrados, este nombre fue usado ampliamente en los países cristianos, en especial en Europa. Durante el siglo XVII fue especialmente popular entre los puritanos ingleses.
|