Antiguo apellido castellano de origen toponímico, procedente, para unos filólogos, del Valle de Ibia (Palencia), interpretado como Val de Ibia, y, para otros, del vasco Baldibia, de alda, “ladera”, “región”, “falda”, e ibi, “vado”: “el vado de la ladera”.
El apellido goza hoy de una amplia difusión, especialmente en Andalucía (sobre todo en Jaén, Almería y Granada). Antiguas crónicas refieren que Alonso Ruiz de Valdivia, señor del Valle de Ibia, floreció en tiempos de Alonso IX de Castilla (1312-1350), de quien fue muy apreciado, dándole un lugar distinguido en su consejo.
Ante la Real Chancillería de Granada probaron su condición de hidalgos, entre otros: Andrés de Valdivia, vecino de Úbeda (Jaén), en 1567; Diego de Valdivia, vecino de Campanario (Badajoz), en 1536; Diego de Valdivia, vecino de Olvera (Granada), en 1619, y Diego de Valdivia, vecino de Porcuna, en 1524.
Pedro de Valdivia (al que investigadores contemporáneos hacen descender de los Valdivia andaluces que pasaron a establecerse en la villa de Castuera, en la provincia de Badajoz) fue compañero de Pizarro en la conquista del Perú y Capitán General de Chile, así como fundador de las ciudades de Valdivia, la Concepción, Santiago y otras. En numerosas ocasiones probaron los de este apellido su nobleza para su ingreso en las antiguas órdenes militares.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Valdivia, en primer lugar: En gules, una torre, de oro, donjonada y mazonada, de sable.
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