Cuenta la tradición que en el año 1250 en la provincia de Huesca, Aragón, España hizo su primera aparición la Virgen María, con el niño Dios en brazos y un racimo de uva, significando abundancia. Lo hizo sobre un carro o carroza pequeña (por eso lo de Virgen de la Carrocilla). La localidad se encontraba a los pies de una serranía llamada de La Carrodilla, en la margen izquierda del río Cinca.
No se sabe a ciencia cierta si el nombre de Virgen de la Carrodilla es por deformación de la palabra “Carrocilla” o es por la serranía mencionada anteriormente.
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