Efectivamente, este apellido no aparece en los censos del Valle de Ricote del siglo XVI, ni de principios del siglo XVII, ni en los documentos relacionados con la expulsión de los moriscos. Aparece este apellido vinculado a la familia Llamas (D. Francisco de Llamas y Abenza, administrador de la encomienda del Valle de Ricote, que construyó el palacio de Llamas en Ricote) y posteriormente en otros documentos como el catastro de Ensenada, donde aparece como cargo del concejo de Ricote Joaquín de Abenza. También hay documentos de constitución de un censo a favor del fisco de la Inquisición por parte de D. Claudio de Abenza en 1669 (Archivo General de la Región de Murcia) y también figura un Claudio de Abenza, seguramente descendiente del anterior, como testigo en el expediente de limpieza de sangre instruido para el ingreso de D. Sancho de Llamas en el Seminario de Nobles de Madrid a finales del siglo XVIII.
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