Septimio Severo (193-211)
Septimio Severo
Lucio Septimio Severo nació el 11 de abril de 146 en Leptis Magna a unos 100 km al sureste de Cartago en la costa norte de la provincia de África. Su familia pertenecía a la nobleza fenicia.
En 172 fue nombrado senador probablemente por el emperador Marco Aurelio. En 190 consiguió el puesto de cónsul. Al año siguiente Cómodo le asignó el comando de las legiones en Panonia. Tras el asesinato de Pertinax en 193 estas legiones le proclamaron emperador. En seguida se puso en marcha hacia Italia para ocupar Roma sin encontrar resistencia,1 aunque no fue hasta 197 que pudo eliminar a los otros rivales por el trono, tras vencer en la que resultaría ser la mayor y más cruel batalla entre ejércitos romanos (la Batalla de Lugdunum o B. de Lyon). Con su triunfo restableció la unidad territorial del imperio.
Aunque sus ansias de poder convirtieron a Roma en una dictadura militar, Septimio Severo era muy popular entre la población. Restableció la moral romana tras los años decadentes del gobierno de Cómodo y consiguió limitar la corrupción. Al volver de su victoria sobre los partos levantó un arco de triunfo que lleva su nombre.
En los últimos años Septimio Severo tenía que luchar contra los ataques de los bárbaros que ponían en peligro la integridad territorial del imperio. Sobre todo tenía problemas con levantamientos en Britania. Por esto mandó renovar el limes de Adriano antes de morir finalmente el 4 de febrero de 211 en York
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