Un monestir augustinìa
El conjunto monástico de Santa María de Vilabertran constituye sin ninguna duda uno de los mejores ejemplos conservados en Catalunya de la arquitectura de las canónicas regulares medievales, leemos en la hoja de epropaganda, editada por la Generaliotat, que se puede pedir a la entrada del monasterio.
Aunque hay mucha faena para hacer, es verdad que se han reconstruido ya muchos sectores del conjunto. BN o hay que olvidar que con la desamortización, todas las dependencias monacales pasaron a particulates. Actualmente todo el conjunto monumental es propiedad de Genetalitat, excepto una casa que será expropiada muy pronto en no haberse llegado a un acuerdo con los propietarios.
La historia nos explica que el inicio de Vilabertran como convento fue diferente al de otros lugares. No fue una comunidad que escogió el lugar para levantar el monasterio, sino que el cura de la iglesia de Santa María, Pere Rigall- otros dicen Rigau -, reunió un grupo de clérigos para vivir en comunidad.
Enseguida recibió importantes donaciones de noobles, que animaron a Pere Rigall a iniciar las obras del monasterio, empezando por el templo, que fue consagrado solemnemente el 1100. La comunidad se regia per la Regla Canónica de San Agustín.
Fue precisamente un miembro de esta comunidad el que fundó una canónica en la iglesia de Santa María de Lladó.
( La historia continua, pero lo que queda claro es que en 1060 el clérigo Pere Rigau- escrito también Rigall-,reune un grupo de clérigos para vivir en comunidad, por lo tanto nuestro apellido data desde hace muchísimos años)
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